Leer, el remedio del alma

Leer, el remedio del alma
Imagen creada por Ilea Serafín

12 de febrero de 2018

"Apaches"-Miguel Sáez Carral

Hace casi cuatro años que leí esta novela, aprovechando la emisión de la serie televisiva basada en ella, hoy rescato la breve reseña que en su día escribí para complementarla con algunas reflexiones más.

*** 

Años 90, Miguel tiene una vida apacible con su novia y su trabajo en una agencia de noticias. De repente su situación da un giro de 180 grados cuando descubre que su padre está arruinado. Vuelve a la casa familiar, vuelve al barrio y a todo lo que ello implica: el reencuentro con sus amigos de la infancia y con su manera de vivir; delincuencia pero también un sentido de la lealtad que no se encuentra en otros ambientes. Se ve inmerso en un mundo de criminalidad donde impera la ley del más fuerte, donde todos los días hay que defender el propio territorio, donde para sobrevivir hay que ser un apache.

  Esta sería la sinopsis del libro, en cuanto a mis impresiones podría resumirla diciendo que la novela tiene altibajos.

   La descripción de un barrio obrero, de los de toda la vida, es muy buena. Se nota que el autor vivió en uno de ellos y lo refleja muy bien -según él esta novela es autobiográfica-. Yo también viví en un barrio así, aún lo hago, y he reconocido muchas escenas como si pertenecieran a mis propios recuerdos de aquellos años. Ese sentido de la vecindad, que cada vez es más difícil de encontrar en cualquier barrio, sea obrero o no, se resalta mucho en la novela; unos vecinos que se convierten en amigos a fuerza de convivir y compartir momentos, los buenos y los malos y que lleva a ayudarse entre sí en un "hoy por ti, mañana por mí". Me pareció entrañable esa muestra de solidaridad, quizás por lo extraña de ver hoy en día.

La novela se desarrolla en el barrio de Tetuán, bastante conflictivo en cuanto a delincuencia. En los años 90 la heroína causa estragos entre muchos jóvenes, la mayoría sin trabajo y con un expediente familiar de malos tratos. Para costear la adicción a esta droga se dedican a actividades delictivas.

Pero también hay otros delincuentes más refinados, los que estafan a sus socios y los dejan en la ruina. El contraste entre estos dos mundos tan distintos de delincuencia es reseñado muy bien en la novela, de tal manera que uno toma partido por el ladronzuelo de poca monta y tiende a disculpar su manera de actuar.

Pero no nos engañemos, los delincuentes, de guante blanco o de navaja fácil, son gente poco recomendable y solo actúan movidos por sus propios intereses. Por eso la descripción de uno de los personajes, Sastre, el mejor amigo de la infancia del protagonista, no me gustó. Sastre, una especie de Robin Hood urbano, es capaz de matar sin pestañear a quien se le oponga, pero se encarga de robar juguetes para donarlos a la parroquia. Me pareció muy poco creíble.

  En algunos momentos el ritmo es trepidante, persecuciones, atracos, y mucha acción, pero en otros se insiste demasiado en algunas situaciones y parece que la trama no avanza.

   He visionado solo dos capítulos de la serie y ver en carne y hueso a personajes que previamente yo me había imaginado me decepcionó. No dudo de la calidad interpretativa de los actores que intervienen en dicha serie, pero creo que los rasgos físicos de algunos no se ajustan muy bien al perfil del personaje. Y aquí, otra vez, Sastre me defraudó. Eloy Azorín es un buen actor, representa bien su papel pero yo me imaginaba a este personaje algo más joven y más macarra, puede que haya habido una mala caracterización por parte de vestuario y/o maquillaje. O simplemente que cuando uno lee la imaginación entra en funcionamiento y no coincide con lo que otros interpretan al leer lo mismo (y además se encargan de la selección del reparto de actores).

  "Apaches" es una novela entretenida, para pasar un rato agradable, nada más (y nada menos). Cuando yo la leí me costó trabajo encontrarla (me la recomendó una amiga que vive en Tetuán), supongo que ahora, con la serie de TV en pantalla, se convertirá en un bombazo de la literatura. La publicidad no siempre va a acompañada de justicia y calidad.


24 comentarios:

  1. He visto muchas opiniones similares a la tuya, respecto al libro y a la serie que han estrenado, y creo que voy a dejar pasar ambas porque series tengo para poner un puesto y en cuanto a libros mejor ni te cuento. Besos, guapa

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    1. Habiendo tanto donde elegir, creo que el libro y la serie pueden ser prescindibles. El libro lo leí y bueno, no estuvo mal. Pero la serie no la pienso ver.
      Un besote.

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  2. A veces los libros que encierran historias de barrios y vidas de gentes que en ellos viven, son entretenidas. Si las pasan a series quizás no las hacen tan clavadas al libro, como el escritor lo cuenta. Me sonaba de algo pero no siempre puedo seguir las series. Un abrazo.

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    1. Es complicado cambiar el formato, de la letra escrita a la imagen. No siempre se consigue un buen resultado y es fácil que decepcione.
      A mí me ocurrió en este caso.
      Un abrazo, Mamen.

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  3. No sabía nada ni de la serie ni del libro, pero leyendo tu reseña, creo que pasaré de ambos. Tengo tanto por leer que no me apetece perder el tiempo con algo que ya me dices que tiene altibajos.
    Un beso.

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    1. El libro se puede leer pero no es nada del otro mundo, tan solo esa buena descripción de un barrio obrero que a mí me gustó pues yo me crié en uno muy parecido.
      Un besote.

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  4. Pues la verdad que no tenía conocimiento ni del libro ni de la serie. El mayor problema con las adaptaciones de novelas es el que comentas. Al leer nos hacemos una imagen del personaje, una imagen que es nuestra, exclusiva, íntima... Es como cuando se escucha una canción por primera vez. Esa versión siempre será la referencia y el resto de adaptaciones nos gustarán más o menos según se parezcan a la que escuchamos por primera vez.
    Bueno, pues todo este rollo es porque nunca gusta ver otra cara a nuestro personaje. Al revés, es más fácil. Cuando leo a Hammett no tengo problemas en visualizar a Bogart. Un abrazo!!

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    1. Es cierto, David, al leer nuestra mente añade elementos que solo son nuestros y es muy difícil que coincidan con los de otro lector. Cuando un personaje aparece en carne y hueso raramente se presenta como nos lo imaginamos, la aceptación dependerá del grado de coincidencia o parecido con nuestra propia versión.
      Tienes razón, cuando es al revés, cuando se ve primero la imagen y luego se lee la novela, es como si ya nos dieran medio trabajo hecho y entonces ya lees predispuesto.
      Un abrazo.

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  5. Hola Paloma, gracias por acercarnos la reseña de un libro y de una serie que desconocía que se estaba emitiendo. Me parecen en principio interesantes sobre todo por ver el desarrollo y la vida en el Barrio de Tetúan, que desde luego conozco y me he pateado en muchas ocasiones. Sin duda una zona de Madrid con mucha vida de día, y algún peligro de noche ,ja,ja,ja.
    Un gran abrazo y feliz semana.

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    1. De Tetuán conozco poco, tan solo la zona donde vive la amiga que me recomendó el libro. Además mi dentista pasa consulta en General Perón, justo en la frontera con ese barrio, pero siempre he ido por allí a horas diurnas por lo que no me he expuesto a ningún peligro (digo yo). Aunque supongo que el riesgo es más o menos parecido al de cualquier otro barrio cualquiera.
      Un beso, Miguel.

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  6. No he leído la novela (de hecho nunca había oido hablar de ella) ni he visto la serie, que sí me había llamado la atención por sus trailers. Ahora que conozco tu reseña, Paloma, ya no sé qué hacer. Por el tema y la opinión que a tí te merecen ambas, quizás deje pasar la serie y guarde la novela para el verano. Yo también prefiero imaginarme a los personajes a mi modo y luego me sienta mal que los actores elegidos no "den la talla".

    Gracias por hablarnos de esta serie de actualidad y la novela en la que se basa. Siempre está bien conocer la opinón de otros para decidir qué hacer. Antes se me amontonaban los libros; ahora también las series, ¡qué desastre!

    Un beso grande, guapa :)

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    1. El libro es entretenido pero no es nada del otro mundo. Si no fuera por los capítulos donde parece que la historia se estanca habría sido mejor.
      La serie no la he visto, tan solo los dos primeros episodios, pero parecía que era bastante fiel a la historia de la novela.
      Si esta reseña te sirve para desahogar la lista de libros, pues mira qué bien.
      Un besote grande, Julia.

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  7. Conocía la serie pero no la he llegado a ver, y del libro no tenía ni idea. Lo pintas flojillo aunque la idea es buena. De momento no me lo apunto, más que nada porque tengo mil cosas que leer y se me van acumulando jajaj
    Un besote guapaaa!! Feliz martes

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    1. La novela ahora está en muchas librerías, en los expositores principales. Se ve que con la serie ha resurgido la publicación. La publicidad que da la tele es impagable. Se puede leer fácilmente pero si no lo haces tampoco te pierdes nada.
      Un besote, guapa.

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  8. ¡Hola!
    Desconocía por completo ese libro, sólo la serie que por descuido no he visto, pero tal como la presentas no creo que se encuentre entre mis preferidas. Por regla general, muchos libros que he leído, y luego he visto la correspondiente adaptación a la gran pantalla: me han decepcionado. La magia de leer, es imaginar lo que acontece, seguir las descripciones de los diversos perfiles de los protagonistas, o de las calles.

    La verdad no he leído nunca ningún libro de personajes marginales de barrio, sí he visto alguna película como "Deprisa, deprisa", que tienen similar trama.
    Gracias por tus reseñas, me fío de tu criterio, Paloma.
    Un abrazo

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    1. La novela no es tan cruda como Deprisa, deprisa pero sí que se sumerge en la marginalidad de un barrio deprimido por el paro y la droga. El barrio es el de Tetuán, pero bien podría ser Moratalaz, La Elipa o San Blas.
      El libro se lee bien pero, como ya he comentado, es prescindible si uno tiene mucha lectura pendiente.
      Un abrazo, Lola.

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  9. Es bien sabido que cuando comparamos la versión novelada y la cinematográfica, casi siempre sale perdiendo esta última. Al margen de que la película pueda cambiar, distorsionar, censurar o simplemente recortar parte de la obra escrita, por cuestiones prácticas, comerciales o de interpretación del director o guionista, está el hecho que apuntas y que a mí es el que más decepciones me ha producido: la diferencia, a veces chocante, entre la imagen mental que te has formado de los personajes y la imagen real que dan los actores. En mi caso, el ejemplo quizá más notable fue el de "Los puentes de Madison". El físico de los protagonistas, pero sobre todo el de un Clint Eastwood apergaminado, no me encajó para nada con lo que había imaginado leyendo la novela y me decepcionó una barbaridad.
    Un abrazo.

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    1. Cuando vi "Los puentes de Madison" me pasó lo que a ti, no me cuadraban nada los protagonistas de la película ya que había leído antes la novela. En ese caso, y teniendo en cuenta que el director era el propio Clint Eastwood, yo creo que él se puso de prota porque le gustaba el personaje y aunque la edad no era la adecuada se lo pasó por el forro, para eso es el jefe y se puede permitir interpretar lo que quiere.
      Creo que este tema ya lo comentamos en una publicación de tu blog. Cuando hay tanta diferencia entre el personaje cinematográfico/televisivo y el literario yo me planteo la posibilidad de que quien hace el casting no se ha leído la novela en cuestión.
      Un abrazo grande, Josep Mª.

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  10. ¡Hola!
    No he leído el libro ni visto la serie pero más o menos comparto lo que dices, hay cosas que no encajan, un delincuente que mata sin pestañear no dona juguetes a la parroquia, y aunque lo haga...no me parece una buena persona.
    Yo he vivido en un barrio obrero y era muy feliz. A finales de los ochenta y principios de los noventa la heroína asoló la zona, nosotros nos mudamos y no fui testigo de demasiadas cosas pero sí que recuerdo gente que vi crecer y ahora han muerto.
    Besos y creo que la dejaré pasar, hay muy pocas adaptaciones de novelas a serie que me gusten, creo que solo Orgullo y Prejuicio de la BBC, no la peli de Keira Knigtly, que la odio.

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    1. En mi barrio nunca vi yonquis ni nada parecido, pero me imagino que en los años ochenta y noventa haberlos los habría, aunque yo no me los encontrara. Afortunadamente entre mis allegados ninguno se vio afectado por la lacra de la droga.
      Ya que hablas de Keira Knigtly me has hecho recordar su papel como Ginebra en la película protagonizada por Clive Owen en El rey Arturo, otro ejemplo de un personaje un tanto peculiar y muy diferente a como se nos representaba en la literatura.
      Un besote, Gemma.

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  11. Suele ocurrir que los personajes de la película no se asemejen a los que habíamos imaginado al leer el libro, sobre todo cuando el libro nos ha gustado. Respecto a lo que comentas de la caracterización en el propio libro, es difícil ponerse en la piel del personaje si no se conocen esos ambientes marginales. Por norma general tendemos a imaginar los personajes como buenos o malos, cuando en la realidad el comportamiento de las personas tiene muchos matices. Es cierto que un determinado perfil psicológico tenderá a comportarse de un modo acorde con ello, pero no lo es menos que existen tantas formas de ser como personas. En cualquier caso tampoco es que haya tenido yo mucho contacto con ambientes marginales así que opino sin mucho conocimiento. Un abrazo Paloma.

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    1. Sé que nadie es completamente bondadoso ni completamente malvado, pero el contraste tan marcado en la forma de actuar de ese personaje, Sastre, me pareció poco creíble, o la forma de mostrarlo por parte del autor. La dicotomía era muy marcada y eso me lo hizo poco verosímil.
      También es cierto que según estoy escribiendo esto me estoy acordando de un personaje real del que se cuentan cosas muy contradictorias si hacemos caso a la serie de TV Narcos, me refiero a Pablo Escobar. Era capaz de escabechar a unos cuantos policías para luego preocuparse acto seguido por un bebé en un parque. Quién sabe lo que pasa por la cabeza de esos tarados.
      Un abrazo, Jorge.

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  12. Me descubres la serie y el libro, pues no había oído hablar de ellos antes.
    Suele pasar lo que dices de imaginarte a los personajes de una determinada forma en papel y después no "cuadrarte" cuando los ves en movimiento, pero la trama pinta bien.
    A mí, como a ti, me parece buen actor Eloy Azorín, ¡así como charlar con mis vecinos!
    Aunque reconozco que no es lo mismo vivir en un barrio donde todos os conocéis más que en una zona donde los residentes son más de temporada estival como es mi caso.

    Gracias por esta reseña y esas reflexiones que nos aportas.

    Un fuerte beso, compi.

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    1. Ese charlar entre los vecinos se ha perdido bastante hoy en día. Aunque yo sigo saludando y parándome a hablar con algunos vecinos "de toda la vida" de mi barrio, cada vez es más raro.
      Estamos en una sociedad extremadamente individualista, al mismo tiempo que queremos globalizar todo. Puede ser una contradicción pero no es así, por un lado tendemos a no salirnos de la norma pero a la vez estamos en una burbuja donde cada uno solo mira a su propio ombligo.
      Bueno, menudo rollo existencialista te he largado. Eloy Azorín es un actor estupendo, pero ese papel creo que no va con su físico.
      Un besote, guapa.

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